Este pasaje de proverbios que nos recuerda que a veces cuando hablamos demasiado nosotros cometemos errores, sobre todo, cuando no pensamos antes de decir las palabras.
Proverbios 13:3 Cuidar las palabras es cuidarse uno mismo; el que habla mucho se arruina solo. Biblia DHH
Esto es algo por el cual pasa todas las personas, incluso puedo asegurar que muchísimos de los cristianos pasamos por ello, a veces luego nos damos cuenta que nos hemos equivocado y que hemos dicho palabras que no son correctas.
Que no tiene nada que ver con los que nosotros confesamos: «el temor a Jehová«. Este pasaje de proverbios nos invita a cuidar nuestras palabras, que seamos muy cautelosos y que siempre pensemos lo que vamos a decir.
Puede ser una tarea a lo mejor un poco difícil para algunos que les gusta hablar «hasta por los codos» como suele decir el dicho. Pero también dice este pasaje que si hablamos demasiado nos podemos arruinar.
Por ejemplo a veces podemos decir cosas que incluso podemos infringir la ley y nos pueden caer demandas. Por hablar demasiado nosotros podemos perder amistades, podemos crearnos enemigos.
Por hacer esto de una manera incorrecta e incluso podemos ganarnos una mala fama, en el peor de los casos van a decir que somos una persona cristiana, y que no damos buen ejemplo, algunos incluso van a poder decir que no asisten a la iglesia por no ser igual a uno.
Debemos ser personas que damos el ejemplo y que lo que decimos que somos, debe de concordar con las palabras que expresamos, a veces la mejor solución es no hablar demasiado con el fin de evitar estos errores. Sin lugar a dudas este proverbios nos ha hablado a muchos.
Compartir en las Redes sociales: